Hace ya unos años que las Fuerzas Armadas se sitúan entre las instituciones más valoradas por los españoles.
La sociedad percibe favorablemente el esfuerzo de sus militares desplegados en misiones internacionales de paz, quizás sin saber exactamente donde están y la naturaleza de sus cometidos. Las operaciones en el exterior son la única base sobre la que se sustentan las opiniones positivas de los españoles, y sin embargo, ésta es quizás la carencia más importante de esta percepción social. Porque percibir no es conocer. Y los españoles deben tener una opinión cada vez más formada y fundamentada para comprender y apoyar- o incluso no, pero con argumentos- los esfuerzos que requiere nuestra seguridad y defensa, y nuestra solidaridad con un mundo cada vez más globalizado, pero también más incierto e impredecible.
Los españoles valoran el esfuerzo que sus Fuerzas Armadas realizan dentro y fuera de nuestras fronteras,pero la conciencia de defensa no se puede medir únicamente por esta percepción positiva, y mucho menos puede sustentarse en la idea de que nuestra defensa debe descansar únicamente en la institución militar.
La sociedad debe comprender y compartir que la seguridad es responsabilidad de todos y, para conseguirlo, es necesario que alcance cada vez mayores cotas de conocimiento sobre el mundo en el que nos ha tocado vivir, donde las fronteras ya no son barreras infranqueables para los riesgos y las amenazas.
Desde todas las instituciones del Estado, debe hacerse un mayor esfuerzo para que la sociedad comprenda que nuestra defensa es imprescindible porque la seguridad es irrenunciable. Incentivarlo a través de los medios de comunicación, fomentar el conocimiento a través de la educación, e informar más desde el propio Ministerio e Defensa deben ser las acciones claves de una estrategia global de comunicación que permita seguir avanzando en el compromiso social que, hoy más que nunca, exigen la seguridad y la defensa de España.