LA BANDERA DE MOCHILA: UNA TRADICIÓN RECUPERADA

21.10.2012 19:48

     

      A finales del siglo XIX y principios del XX, especialmente en el norte de África, cada militar llevaba consigo una bandera española de reducidas dimensiones ( 60 x 80 cm), con las franjas dispuestas en sentido vertical. El escudo ribeteado en negro o en rojo, podía ser el de España o el de una unidad concreta. También podía aparecer una leyenda o el  sobrenombre de dicha unidad. Su fabricación resultaba muy barata, ya que en ella se empleaba tela de poca  calidad. Además, carecía de flecos y solo estaba coloreada por una cara, de tal modo que la impresión traspasaba a la otra.

 

     Esta enseña tan particular, conocida como bandera de mochila o de percha, o pañuelo cubre-percha, tenía distintos usos.   En primer lugar, le servía al soldado para cubrir sus pertenencias, protegiéndolas del polvo en una época en la que todavía no existían las taquillas. De este modo, se tapaban los objetos personales colgados en una percha o situados sobre alguna repisa. En segundo lugar, el militar la podía llevar por fuera de la mochila, atada con unos cordones, para señalizar su posición en campaña e indicar a sus compañeros que se trataba de un amigo y no de un enemigo. Finalmente, si el soldado moría en el combate, ante la imposibilidad de repatriar el cadaver del soldado y la de cubrir su cuerpo con la tierra Patria, se tapaba su rostro con esta bandera, antes de cubrirlo con la tierra extranjera.

     En la obra musical Las corsarias, compuesta por Francisco Alonso en 1919, se incluye el pasodoble titulado La Bandera, que dice en una de sus estrofas:

      El día que yo muera,

     si estoy lejos de mi Patria,

     solo quiero queme entierren con la Bandera de España.

 

     Esta bandera a la que se refiere la canción es la de mochila. Esta bandera empezó a utilizarse hacia 1860, aunque en un principio solo en las unidades destacadas en el norte de África.

     A partir de 1904, pasó a usarse en todo el Ejército, hasta que cayó en desuso en torno a 1927.

     En el Museo del Ejército se conserva la que perteneció al general Primo de Rivera. Alrededor del año 1990, comenzó la recuperación dela tradición de entregar esta bandera. uno de los impulsores fue el coronel Sánchez, entonces jefe del Regimiento de Infantería "Inmemorial del Rey" nº 1.

     La Asociación Retógenes ha colaborado en la recuperación de esta tradición con la entrega de más de 20.000 banderas de mochilaa diversas unidades y agrupaciones antes de partir a zona de operaciones 

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