LAS FUERZAS ARMADAS SON LA PIEDRA ANGULAR DE NUESTRA SEGURIDAD

21.04.2023 12:04
 
 
La invasión de Ucrania por Rusia ha supuesto un cambio en la percepción que la sociedad tiene sobre la seguridad nacional. El hecho de que un país de nuestra propia Europa se haya visto inmerso en una guerra ha sido una llamada de atención para una sociedad acomodada, que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial veía lejano el escenario de un conflicto armado. La guerra que se libra a nuestras puertas nos ha mostrado que lejos de ser una amenaza más o menos lejana, se ha convertido en una realidad cuyas consecuencias conviven con la cotidianidad de nuestra sociedad del bienestar.
 
 
En este contexto la sociedad ha sido consciente del papel desempeñado por el ejército ucraniano en la defensa de su país y ha cambiado su percepción sobre el papel que desempeña el nuestro. Incluso los más jóvenes, que tradicionalmente tienen el mayor porcentaje de indiferencia hacia las Fuerzas Armadas, se están mostrando mucho más interesados en conocer una realidad que empiezan a percibir como una garantía de nuestra seguridad nacional.
 
 

Una primera lectura de esta situación nos indica que la sociedad valora mucho más la función del Ejército cuando es consciente de los riesgos y amenazas a las que nos enfrentamos como comunidad. Por lo tanto, es necesario que los ciudadanos conozcan el panorama internacional del que  forma parte nuestro país para entender las consecuencias estratégicas en las que nos podemos ver inmersos, y en consecuencia las necesidades a las que España debe hacer frente. Estamos hablando pues, de la Cultura de Defensa como un elemento esencial del Estado para garantizar la seguridad de España, en tanto que el conocimiento de los riesgos y amenazas nos lleva a la valoración del esfuerzo efectivo de nuestras Fuerzas Armadas para salvaguardar los intereses nacionales.

 

Un esfuerzo que se desarrolla por parte de los tres ejércitos, tanto en territorio nacional como en misiones en el exterior. En casa son los guardianes del limes, los que protegen nuestra soberanía nacional y nuestra integridad territorial. Una de sus principales áreas de interés es asegura el cuidado de nuestra puerta con África donde a las tensiones latentes en el Magreb se suman la amenaza derivada de los graves problemas de los países del Golfo de Guinea y del Sahel. La pobreza y la desigualdad unidos a la fuerte presencia de organizaciones terroristas y de estados fallidos generan conflictos y graves crisis migratorias que ponen en jaque nuestra propia estabilidad.

 

 

Su trabajo dentro de nuestro territorio abarca tantos aspectos como riesgos presenta la realidad mundial. Algunos son clásicos como las operaciones permanentes de carácter disuasorio y preventivo tales como la  vigilancia del territorio nacional y de los espacios marítimos y aéreos de soberanía. Otros vienen dados por las nuevas formas de dar respuesta a la ambigüedad del conflicto futuro, que utilizará cada vez más estrategias híbridas, un alto desarrollo tecnológicos, y nuevos ámbitos de operación como el ciberespacio y el cognitivo cuyo objetivo es el ánalisis de la desinformación y las campañas de manipulación.

 

 

Su continua preparación nos proporciona unas Fuerzas Armadas eficientes y disuasorias, que además mantienen una importante presencia en misiones internacionales como parte de la contribución de nuestro país al esfuerzo colectivo y solidario para el mantenimiento de la paz. La globalización actual obliga a actuar fuera de nuestras fronteras, con el fin de contribuir al mantenimiento de nuestros intereses nacionales de seguridad, bajo el paraguas de las organizaciones supranacionales a las que pertenece, tales como la ONU, la OTAN o la UE. La presencia del ejército español en Líbano, Irak, Mali, Turquía o Letonia pone de manifiesto nuestro compromiso con la paz mundial y con los esfuerzos por contribuir a la estabilización de las zonas especialmente conflictivas.

 

 

Para llevar a cabo todas sus funciones las Fuerzas Armadas deben contar con los recursos adecuados, por lo que se necesita una dotación presupuestaria que se ajuste a sus necesidades reales. Sólo así tendremos una Fuerzas Armadas con la potencia justa y necesaria para que su existencia sea realmente efectiva. En este sentido, algo más de la mitad de los españoles se muestra partidario de incrementar el gasto en defensa en el contexto actual, un dato alejado del 64% mundial, según un sondeo realizado por Ipsos en 33 países para el Halifax Security Forum 2022. Este 51% supone un incremento de cinco puntos sobre el año 2021, pero muy alejado de otros paises como Polonia o Suecia donde se ha producido un incremento sustancial del apoyo a la posibilidad de aumentar el gasto en defensa, situándose entre un 75% y un 73%  respectivamente.

 

En definitiva, es necesario que los ciudadanos seamos conscientes de las vulnerabilidades en las que estamos inmersos como comunidad y comprendamos que la seguridad nacional es el primer bien común que debemos proteger. La seguridad nos permite disfrutar de la vida tal como la entendemos, y para conseguirla deben confluir los esfuerzos de los ciudadanos y de todas las instituciones entre las que las Fuerzas Armadas ocupan un lugar prioritario para garantizar la paz, un concepto que es mucho más amplio que la simple ausencia de guerra.

 

Mercedes Pordomingo Esteban

Teniente RV

 

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